AUDIO BIBLIA AMOS COMPLETO
Contenidos
Datos de Orientación
de Amós
- Contenido: en
un período de prosperidad económica y fuerza política poco comunes para
Israel, Jehová les anuncia su caída porque ellos han fracasado en guardar
su pacto con él.
- Profeta: Amós,
un pastor /libertador de Tacoa, el sur de Belén en Judá.
- Fecha de la actividad profética: aproximadamente en el año 760
a.C. por un período aparente breve (en el apogeo de los reinados de
Jeroboam II en Samaria, año 793-753 y de Uzías en Jerusalén, año
792-740).
- Énfasis: Jehová
es Dios sobre todas las naciones y sobre todo el universo. Jehová traerá
ruina absoluta a Israel por su deslealtad al pacto; la religión
sincretista es anatema a Jehová, quien requiere justicia para el inocente
y misericordia para los pobres; el observar los rituales religiosos no es
un substituto de hacer el bien y mostrar misericordia.
Este tercer
libro del "Libro de los Doce" es el libro profético más antiguo. Su
mensaje básico es que Jehová ha rechazado completamente las actuales prácticas
religiosas y socioeconómicas de Israel, de tal manera que va a poner fin al
reino del norte y enviar a su gente al exilio (5:5, 27; 6:7; 7:11, 17). El
asunto es la infidelidad al pacto en la forma de sincretismo religioso (Ver
Recomendaciones para leer Deuteronomio) e injusticia social, sostenida
especialmente por los líderes y por sus esposas indolentes (4:1; 6:1-6).
Ciertamente estaban repletos de religión, pero no tenían el menor indicio de
Jehová y su carácter (4:5; 5:21-23), de manera que el León ruge desde Sion
(1:2) y Amós da la voz (3:8).
Los oráculos mismos probablemente fueron pronunciados en el santuario - el
santuario del rey - en Betel (3:14; 7:10-17; 1 Rey 12:32) dentro de un breve
período (Amós 1:1) y a nosotros nos llegaron cuidadosamente arreglados. La
primera serie (1:3-2:16) procede del juicio de las naciones circundantes por
varias formas de traición (1:3-2:3), a Judá por infidelidad (2:4, 5), al
principio de un juicio sumario contra Israel (2:6-16). Luego viene una serie de
tres anuncios de oráculos (3:1-5:17; "Oíd esta palabra", 3:1; 4:1;
5:1) que pronuncia el juicio venidero de Dios y también las razones de él.
Enseguida hay dos oráculos de "ayes" que reflejan la complacencia de
Israel, basada en la falsa seguridad de la religión (5:18-27) y la prosperidad
material (6:1-14). Finalmente, Amós informa de cinco visiones, las primeras dos
(7:1-6) indicando que el juicio venidero no será como los anteriores, sino que
traerá destrucción total incluyendo el rey y su santuario (7:7-9). Esto llega a
un encuentro con el sacerdote del rey en Betel (7:10-17), seguido por las dos
visiones finales de destrucción completa (8:1-9:10).
En todo esto apenas hay una palabra de consuelo y solamente unas cuantas
palabras que sugieren que Jehová podría aplacarse (5:5, 6, 14, 15). Pero el
libro mismo concluye con un oráculo de salvación (9:11-15) que mira más allá de
la caída de Israel y la de Judá también, que promete que "el tabernáculo
caído de David" (Jerusalén) será restaurado en una era futura de
abundancia.
Amós es el
primero de nuestros cuatro profetas canónicos del siglo octavo (un
contemporáneo de Oseas, y un poco más antiguo que Isaías y Miqueas). El
trasfondo histórico-político de Amós puede encontrarse en 2 Reyes 14:23-15:7 (2
Crón 26). Jeroboam II (en Israel) y Uzías ( en Judá) empezaron a reinar casi al
mismo tiempo, y los dos tuvieron reinados largos y prósperos, que incluían
expansión territorial de una clase que junta casi igualaba a la de David y
Salomón. Esto fue posible mayormente porque sus reinados coincidieron con un
período muy bajo en las condiciones de Asiria (782-745), hasta el ascenso de
Tiglat-Pileser III. La casa real y los ricos consideraban, por supuesto, este
período de crecimiento y expansión como evidencia de la bendición de Jehová,
con un todavía más brillantes día de Jehová esperándolos (Amós 5:18). Pero
en vez de eso, resultó ser un breve período idílico que duró apenas una
generación. Por eso, aunque no es mencionado por nombre en Amós, Asiria todavía
es el poder abominable en el panorama político, cuya sombra está al acecho en
varios pasajes (2:13-16; 3:11; 5:3, 27; 6:7, 8-14; 7:9, 17; 9:4). En menos de
una generación después de la muerte de Jeroboam, el reino de Israel dejó de
existir completamente (722-721 a.C.), y la voz de Jehová ya no se escuchó allí
(8:11, 12). Dios usó a Asiria como su vara de juicio contra su pueblo
caprichoso (2 Rey 17:7-41).
Lo que Amós vio y habló claramente en el apogeo de este período (Amós
1:1) fue que de hecho todo era lo opuesto de lo que parecía. Las
"bendiciones" de ellos no tenían nada que ver con Jehová, sino con
sus propias prácticas corruptas, ni su religión tenía mucho que ver con Jehová,
aunque indudablemente todavía era llevada a cabo en su nombre. Por eso,
solamente dos amplias categorías de pecado necesitan ser denunciadas:
la religión sincretista (2:7, 8; 4:4, 5; 5:21-23, 25, 26; 8:10, 14) y la
injusticia social (2:6-8; 3:9, 10; 4:1; 5:7, 10-13, 15, 24; 6:12; 8:4-6), las
mismas que son claramente declaradas en el oráculo inicial donde se mezclan
(2:6-8), como lo hacen de nuevo en 5:21-24 y en 8:4-6. Es esta combinación de
opresión de los pobres en un contexto de entusiasmo
religioso distorsionado lo que lleva al juicio de Jehová en la
forma de exilio.
Crucial a este juicio es la propia lealtad de Amós a Jehová y
a su pacto En el corazón del pacto, como Jesús mismo lo señalo, está el amor a
Dios y el amor al prójimo (Mar 12:30, 31). Por esto, al pacto del
Antiguo Testamento, junto con los reglamentos de una adoración apropiada como
un modo de mantener el amor de Dios, estaba llena de leyes que proveían una
forma de equidad para todos, basada primordialmente en la
distribución de la tierra (creando de esta manera una sociedad en su mayor
parte rural en lugar de una sociedad urbana). Y los que no tenían tierra
(viudas, huérfanos, levitas, forasteros) debían ser cuidados apropiadamente por
los otros. La razón de esto, como se les recordaba constantemente a los
israelitas en la ley (Éxo 22:21-27; Deut 16:18-20; 24:17-22), era que el mismo
Jehová tenía compasión por los pobres (incluyendo a un pueblo esclavo llamado
Israel, al que él había rescatado y hechos suyo).
Pero durante este breve período habían tenido lugar enormes
cambios, tantos en Judá como en Israel, especialmente en este último. Se
había desarrollado una mentalidad urbana, con residencias lujosas y
nombramientos aparatosos (3:12, 15; 5:11; 6:4-6), que era sostenida por una
confabulación entre la realeza, los sacerdotes, los profetas y los
jueces, que llegaron a ser una aristocracia acaudalada a costa de los pobres.
Jehová estaba harto de esto, de modo que escogió a un hombre de la tierra del
sur, con poderosas capacidades para predicar, para hablar su palabra de juicio
en todo lugar. De este modo, Amós renovó la clase de profetismo
de Moisés entre el pueblo de Dios - dirigida a líderes y gente por igual,
no solamente a individuos - anunciando que la maldición final por no mantener
la lealtad al pacto, a saber, la desolación de la tierra y el exilio (Lev
26:27-45); Deut 28:25-68), estaban a punto de cumplirse, convirtiéndose él en
precursor de muchos otros que habían de venir, la mayoría de los cuales
trajeron al mismo mensaje al reino del sur.
Gobernantes y Profetas de la Época de Amós
840
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830
|
820
|
810
|
800
|
790
|
780
|
770
|
760
|
750
|
740
|
730
|
720
|
710
|
700
|
690
|
680
|
Reyes de Asíria
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Asurdán III 773 755
|
755-745 Asurnirari
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722-705 Sargon II
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Tiglath-pileser III 745-727
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727-722 Salmanasar V
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Reyes de Israel(Reino del Sur)
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793 Jeroboam II 753
|
Menahem 752 742
|
Diez tribus del Norte cautivas por el res Salmanasar V de Asiria en 722 a.C
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752 Peka 732
|
732 Oseas 722
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798 Joás 782
|
Zecarías
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Shalum un mes
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742Pekaía740
| ||||||||||||||||
Amós y los profetas de su época (Reino del Norte)
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AMÓS 767 755
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Jonás 784 772
|
755 Oseas 714
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Reyes de Judá (Reino del Sur)
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790 Uzías o Azarías739
|
735 Acaz 715
| ||||||||||||||
795 Amasías 767
|
750 Jotam 731
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Profetas de Judá (Reino del Sur)
|
739 Isaías 681
| |||||||||||||||
733 Miqueas 701
| ||||||||||||||||
825 Joel 809
| ||||||||||||||||
840
|
830
|
820
|
810
|
800
|
790
|
780
|
770
|
760
|
750
|
740
|
730
|
720
|
710
|
700
|
690
|
680
|
1:1,
2
|
Encabezado
Observe varios aspectos
importantes de este encabezado: 1) Amós es un hombre de la tierra de Judá
(Tecoa), quien cuidadosamente de fecha a sus "palabras". 2) En el
versículo 2 se registra las palabras de Amós acerca del discurso de
Jehová, imágenes que serán tomadas de nuevo en 3:8. 3) No pase por alto
la geografía: Jehová ruge en Sion, el Carmelo se marchita (al Noroeste de
Jerusalén sobre el Mediterráneo, una línea recta que cruzará Betel y
Samaria)
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1:3-2:16
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Juicio
sobre las naciones e Israel
Observe tres cosas que le
dan a esta serie su poder retórico: 1) los modelos se repiten ("por tres
pecados.. y por cuatro"), 2) son dirigidos contra los vecino más
cercanos de Israel (empezando con un patrón quiástico:
Noreste/Suroeste-Noroeste/Sureste, antes de ir directamente al este y al
sur), 3) todos los pecados son formas de deslealtad hasta que llega a Judá
(2:4, 5), que también ha quebrantado el pacto con Jehová. Puede imaginarse a
los oyentes israelitas aclamando a Jehová hasta que a Israel mismo le llega
su parte (2:6-16). Aunque siguiendo el modelo de los demás, este oráculo
final es considerablemente elaborado, puesto que los puntos principales del
mensaje de Amós están aquí: primero las razones del juicio (6-8), luego un
breve repaso del desprecio de los israelitas por la historia del pacto
(9-12), concluyendo con el pronunciamiento de la ruina venidera (13-16)
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3:1-15
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Primer
oráculo de aviso: fracaso en guardar el pacto
Observe las diversas
maneras en que este primer oráculo de "Oíd esta palabra que Jehová a
hablado", organiza el resto del libro. Empieza con el privilegio del
pacto de Israel (1, 2), seguido por la justificación de Amós por profetizar
(3-8) a un pueblo que le había ordenado no hacerlo (2:12; 7:12, 13). Entonces
los filisteos y los egipcios son llamados a testificar acerca de la futura
destrucción de Israel (3:9, 10), seguida por tres advertencias de su ruina
(11, 12, 13.15).
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4:1-13
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Segundo
oráculo de aviso: el rechazo de las advertencias divinas
Este segundo oráculo de
"Oíd" anuncia juicio sobre las esposas indolentes de los
acaudalados (1-3), concluyendo con una invitación irónica para aumentar sus
prácticas religiosas (4, 5); esto seguido por una serie de recordatorios de
juicios pasados que Israel ha dejado de prestar atención (6-11), con un
llamado a prepararse "para venir al encuentro de tu Dios" en juicio
(12). Concluye con un fragmento de un himno (13; 5:8, 9; 9:5, 6) que describe
a su Dios como Creador y Revelador (Sal 104:2-5).
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5:1-17
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Tercer
oráculo de aviso: falsa religión e injusticia
Este tercer oráculo de
"Oíd" forma el carácter del libro en muchas formas.
Observe su admirable estructura quiástica. Empieza y termina con un lamento
por la caída de Israel (2, 3 ,16, 17), seguida por una invitación a
"buscadme [a Jehová] y viviréis" (4-6, 14, 15), mientras el
círculo interior denuncia a los recipientes de esta mezcla de ruina
e invitación, es decir, los que pervierten la justicia (7, 10-12). El punto
central es un fragmento más del himno, que recuerda al pueblo que el Creador
es también el Juez (8, 9).
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5:18-27
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Falsa seguridad
en la religión
Este primer oráculo de
"Ay" habla directamente a la falsa seguridad de Israel en
demasiados ejercicios religiosos multiplicados (más religión = más favor de
Dios), pero del día de Jehová que están esperando de hecho resultará ser una
pesadilla (18-20). Efectivamente, Jehová aborrece las prácticas religiosas de
Israel (21-23), porque las personas mismas están llenas de injusticias (24).
Observe especialmente la manera en la conclusión (25, 26) hace evidente la
naturaleza sincretista de su presente adoración, terminando con un anuncio
final de ruina (27).
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6:1-14
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Falsa
seguridad en los bienes materiales y en el éxito militar
El segundo "Ay"
es dirigido a los líderes de Israel (1), que estarán entre los primeros en ir
al exilio (7). Su seguridad está basada en su gran riqueza y en el lujo (3-6,
el 2 es muy debatido) y en algunas conquista militares menores (12, 13; note
especialmente el juego de palabras en el nombre "Lo-debar" =
"nada"). Observe la manera en que las dos falsas seguridades se
acaban con el aviso de juicio (8-11, 14).
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7:1-9
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Informes
de tres visiones: langostas, fuego y plomada
Con esta tres visiones la
serie final de juicios empieza a moverse hacia el fin determinado por Jehová.
Los dos primeros indican que lo que vendrá no será como las anteriores plagas
(langostas/sequía; 4:6-9), el futuro de Israel estará lleno de (lit) gemidos
("plomada", RVA) porque su destrucción es ahora inevitable.
Observe especialmente que el rey al fin es nombrado específicamente en 7:9,
que es lo que enciende la ira de Amasías, el sacerdote del rey.
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7:10-17
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En
encuentro con Amasías
Este pequeño informe está
lleno de interés. A su vez, el lector se da cuenta de que 1) Amós está en
Betel, y que Amasías, el sacerdote del rey, informa de él al rey (10, 11), 2)
cuando a Amós se le prohíbe profetizar (12, 13), él expresa que no es profeta
por decisión propia, no pertenece al gremio profético (14, 15), y 3)
él aprovecha este encuentro para pronunciar el juicio de Jehová
contra Amasías y su casa (16, 17). Así, tanto el rey como el sacerdote son
apartados para recibir pronunciamiento individuales de
ruina.
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8:1-9:10
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Informes
de dos visiones: la seguridad de la futura destrucción de Israel.
Estas dos visiones
pronuncian claramente el destino final de Israel. La primera (fruta de
verano, 8:1-14) recapitula los asuntos de la falsa religión de los israelitas
mezclada con injusticia (4-6), en la cual los cantos de su templo se vuelven
gemidos (3) y su trato de los pobres se convierten en la "hambruna"
final, la pérdida total de la palabra de Dios en Israel.
La segunda (9:1-10) es
climática, Jehová está de pie en el altar, que se derrumba sobre la cabeza
del agente (1-4; observe lo opuesto en 4 de su fracaso en buscar el bien y
odiar el mal 5:14, 15); después de una inserción más de himnos (9:5, 6)
concluye con el anuncio de la total aniquilación de Israel (8-10). Israel no
es mejor que sus vecinos paganos (7).
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9:11-15
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Esperanza
para el futuro
Después de todo lo que ha
pasado, esta palabra de esperanza es un alivio bien recibido. Viene en dos
partes: 1) la restauración prometida de Jerusalén (11, 12) y 2) la llegada de
la gran era mesiánica (13-15), que ha encontrado el principio de su
cumplimiento en Jesucristo.
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Estudiando
Amós
Instrucciones generales
A fin de comprender el contexto histórico
de Amós, haga lo siguiente:
1. Lea Amós 1:1 y
anote bajo “Autor” en Capítulos de Amós, todo lo que aprenda acerca de este
profeta.
2. Estudie el diagrama
“tiempo de Amós”, donde se aprecia la relación de Amós con los reyes de Israel
y Judá. Tenga presente que Amós profetizó en el reino del norte.
3. Lea 2 Crónicas
26:1-23 y 2 Reyes 14:23 al 15:7. Cuando encuentre el nombre Azarías, recuerde
que así también se llama el rey Uzías, quien reinó en el sur. En el curso de la
lectura de Amós encontrará tres frases clave que dividen el libro en tres
secciones. Por lo tanto, las instrucciones quedarán también divididas es esa
forma.
Capítulos 1, 2
1. Lea Amós 1 y 2, y
marque todos los casos en que aparezca la frase Así ha dicho Jehová: Por tres
pecados de ______, y por el cuarto. Note en cada caso de quién son los pecados
que Dios va a castigar.
2. Lea lo que sigue a
cada una de las declaraciones que usted ha marcado. Busque alguna otra frase
repetida, y márquela o coloréela de algún modo especial.
3. Observe luego por
qué Dios no va a revocar el castigo, y en qué consistirá éste. Marque cada
verbo en futuro y en primera persona del singular (por ejemplo, prenderé,
quitaré, mataré), así podrá distinguir el castigo.
4. En 2:4, 6 Dios se
dirige a Judá, reino del sur, y a Israel, reino del norte. Para entender por
qué Dios les habla por separado, vea Amós 1:1 y tome nota de a quién fue
enviado Amós como profeta. Es muy importante recodar esto al estudiar la parte
restante del libro.
5. Anote los temas de
los primeros capítulos en Capítulos de Amós.
Capítulos 3 – 6
1. La segunda frase
clave que se repite es: oíd esta palabra. Lea los capítulos 3 al 6, marcando de
manera distintiva cada caso en que aparezca esta frase. Marque también cada caso
en que se menciona a Israel (y toda alusión a éste en todo el libro). Elabore
luego una lista de todo lo que aprenda a raíz de marcar Israel.
2. Lea una vez más los
capítulos 3 al 6, capitulo por capitulo. Al leer estos mensajes del Señor, haga
las seis preguntas ya conocidas en cuanto al texto. Por ejemplo: ¿Quién habla?
¿A quién se dirige? ¿Qué dice? ¿Qué va a suceder? ¿Cuándo y dónde tendrá
lugar? ¿Por qué va a suceder? ¿Cómo va a suceder? (Recuerde que no
siempre hay una respuesta para cada pregunta.)
3. Marque de manera
distintiva las frases o palabras clave que se repiten. Por ejemplo, si hace las
seis preguntas y marca los verbos en futuro y en primera persona del singular
que se refieren a Dios, podrá ver lo que Dios va a hacer. Resalte todos los
casos de pero (mas, con todo) en el capítulos 4 y de buscar en el capítulo 5.
Marque todos los casos de el día de Jehová. Elabore luego en el margen una
lista de todo lo que aprenda acerca de ese día.
4. Anote en el margen
las ideas más importantes que haya recibido acerca de Dios, Israel, los errores
del pueblo, y lo que les disgustaba.
5. A medida que
estudie los capítulos, resuma sus respectivos temas y anótelos en Capítulos de
Amós.
Capítulos 7-9
1. La frase clave que
distingue a la última sección de Amós, y que aparece repetidas veces, es: Así
me ha mostrado Jehová el Señor. Lea estos tres capítulos y marque de manera
distintiva cada caso en que aparezca esta frase.
2. Al leer esta última
sección de Amós, observe lo que se le muestra a Amós, y cómo reacciona éste.
Observe también cómo responde el pueblo a la profecía de Amós, y cómo encara
Amós la situación.
3. En el capítulo 8
hallará un último oíd esto Preste mucha atención a lo que Dios va a hacer. Compare
8:8 con 1:1.
4. Aunque la frase así
me ha mostrado Jehová el Señor no aparece en 9:1, ¿se da cuenta de que la frase
vi al Señor… y dijo tal vez sea la quinta visión de Amós, pues tiene paralelos
con las señales en los capítulos 7 y 8? Si así le parece, márquela de la misma
manera como marcó las demás.
5. Marque todos los
verbos en primera persona en singular de futuro cuyo sujeto sea Dios.
6. Anote en los
márgenes de cada capítulo todo lo que aprenda acerca de Dios y de Israel.
7. Anote los temas de
los capítulos como lo ha hecho con anterioridad.
Por último,
tome nota de las últimas palabras de Amós. ¿Cuál es la promesa de Dios? Tome en
cuenta toda alusión a la tierra. ¿Se ha cumplido ya esta promesa con relación a
la tierra
Detalles de Amos
Apostasía y Maldad
de Israel
Su destrucción
inevitable
Su restauración
Gloria futura del
Reino Davídico
Esta profecía parece haber sido hecha en una sola visita a Bet-el (7:10-14),
huso 30 años antes de la caída de Israel.
Amós era profeta de Judá, el reino del Sur, con un mensaje para Israel el reino
del norte, en el reino de Uzías rey de Judá (787-749 a.C) y de Jeroboam II de
Israel (790-749 a.C). Josefo dice que el “terremoto” (1:1) sucedió cuando Uzías
fue herido de lepra (2 Crónicas 26:16-21). Esto dio origen a la co-regencia de
Jotam, cerca del 749 a.C., según lo cual la profecía de Amós se habrá dado
cerca del 715 a.C.
El reinado de Jeroboam había sido de grandes éxitos. El reino se había extendido
(2 Reyes 14:23-29). Israel estaba en el apogeo de la prosperidad, pero era
descarada en su idolatría, y apestada de podredumbre en lo moral; una tierra de
blasfemias, robos, injusticias, opresión, adulterio y asesinatos.
Haría unos 200 años desde que las diez tribus se habían separado del reino de
David (933 a.C.) y había establecido el reino independiente norteño con su
culto oficial del becerro de oro (2 Reyes 12:25-33). Durante parte de este
tiempo se había adoptado además el culto a Baal, y todavía imperaban muchas de
las prácticas abominables de la idolatría cananita. Mientras tanto, Dios había
enviado a Elías, a Eliseo, y luego a Jonás; pero sin resultado alguno. Israel,
endurecida en su idolatría y su maldad, se precipitaba velozmente a su ruina
final, cuando Dios envió a Amós y a Oseas en un esfuerzo final para detener a
la nación en su carrera loca hacia la
muerte.
Los Contemporáneos
de Amós
Es probable que en su niñez Amós haya conocido a Jonás, y puede haberlo oído
contar de su visita a Nínive. Posiblemente, también haya conocido a Eliseo y
haya oído a éste hablar de sus relaciones con Elías. Jonás y Elías pasaban del
escenario cuando Amós debutaba en el. Joel puede también haber sido su
contemporáneo o su antecesor cercano. Quizás la plaga de langostas a que Amós
alude sea la de Joel (4:9). Oseas fue colaborador de Amós, y puede haber estado
en Bet-el al tiempo de la visita de Amós. Sin duda se conocían bien, y pueden
haber cambiado impresiones a menudo acerca de los mensajes que Dios les había
dado. Oseas era el menor, y continúo su obra después de su muerte de Amós.
Luego cuando Amós ya terminaba su ministerio, Isaías y Miqueas comenzaban los
suyos. Ambos pueden haber oído a Amós en su juventud. ¡Que constelación de
luces proféticas la que Dios levantó para tratar de evitar, y para interpretar,
la caída de Israel!
LIBRO DE AMÓS
Uno
de los libros de la Biblia llamados “profetas menores”, contentivo de los
oráculos del profeta •Amós, natural de Tecoa, en Judá.
Circunstancias. En los
tiempos de •Jeroboam II los asirios ocuparon el N de Siria, lo cual permitió a
este rey atacar a los sirios y conquistar •Damasco y •Hamat. Esta expansión
había sido predicha por el profeta Jonás (2 R. 14:25–28). Como los asirios se
habían retirado hacia el N de su territorio para ocuparse de otros problemas,
Israel se sintió en seguridad. Comenzó así una época de gran prosperidad
comercial para el Reino del Norte. Pero la riqueza se quedaba acumulada en
manos de los comerciantes israelitas que, además, oprimían al pueblo. Israel
insistía en sus cultos idolátricos, especialmente en el santuario de •Bet-el.
Es en medio de estas circunstancias históricas que el profeta recibe el
llamamiento de Dios y lleva su mensaje.
Desarrollo. La forma en
que está editado el libro permite su división en por lo menos siete partes
principales:
a)
Tras la introducción, se presentan los juicios contra ocho naciones: Damasco,
•Gaza, •Tiro, •Edom, •Amón, •Moab, Judá e Israel. Estos se exponen con una
fórmula introductoria que dice: “Por tres pecados de ... y por el
cuarto”, dándose a continuación las razones para cada uno. La
intención no es simplemente aritmética, sino que es una forma de expresar que
el pecado de esos pueblos había más que llegado a su culminación. Se alude en
el caso de las naciones no israelitas a conflictos en que ellas habían
participado y en los cuales su comportamiento había sido cruel e inhumano. Pero
a Judá se le acusa de haber menospreciado la ley de Jehová. Se resalta la injusticia
social como pecado grande de Israel, así como su deslealtad religiosa (Am.
1:1–15; 2:1–16).
b)
Luego se pasa a una ampliación de lo justificado y merecido que era el juicio
sobre Israel, que habiendo sido escogido (“A vosotros solamente he
conocido de todas las familias de la tierra” [Am. 3:2]) no sabe “hacer
lo recto ... atesorando rapiña y despojo en sus palacios” [Am. 3:10]).
Por tanto, Dios castigará “los altares de Bet-el; y serán cortados los
cuernos del altar” (Am. 3:14). Esto no es algo que vendría sin aviso,
pues el Señor había hecho juicios admonitorios en la forma de períodos de
hambre, sequías y lluvias inoportunas que dañaban sus cosechas, vientos
impetuosos y plagas de langostas. Incluso con derrotas a manos enemigas. Pero
Israel no se había arrepentido. Dios les repite varias veces: “Con
todo, no os volvisteis a mí”. Por lo tanto, es deber del profeta
proclamarle ahora: “Prepárate para venir al encuentro de tu Dios” (Am.
4:6–13).
c)
Sin embargo, todavía había camino abierto para la reconciliación con Dios, pero
no sobre la base de una práctica de ritos anquilosados y sin sentido. “Buscadme
y viviréis” dice Jehová “y no busquéis a Bet-el, ni entréis en
Gilgal, ni paséis a Beerseba.... buscad al que hace las Pléyades y el Orión....
Buscad lo bueno, y no lo malo...” (Am. 5:1–14). Dios aborrecía “vuestras
solemnidades, y ... vuestras asambleas”. No le complacían sus
sacrificios, ni sus cánticos y salmodias. Pero “corra el juicio como
las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo” (Am. 5:15–27).
d)
Los que impiden que esto acontezca son los líderes del pueblo, “los
notables y principales entre las naciones.... [que] duermen en camas de marfil
... gorjean al son de la flauta ... beben vino en tazones ... y no se afligen
por el quebrantamiento de José” (Am. 6:1–6). Por eso serían de los
primeros en ir cautivos. Dios abomina “la grandeza” de ellos y aborrece
“sus palacios” (Am. 6:7–8). Esos, que habían “convertido el
juicio en veneno, y el fruto de justicia en ajenjo” (Am. 6:12),
pensando que lo que habían logrado se debía a su propia fuerza, serían
oprimidos “desde la entrada de Hamat hasta el arroyo del Arabá”, esto
es, por todo su territorio, de N a S.
e)
El profeta describe cinco visiones. En las primeras dos se muestra al Señor que
prepara un juicio y luego no lo ejecuta tras la intercesión del hombre de Dios.
Una era una plaga de langosta y la otra un juicio con fuego. En ambos casos el
profeta intercede (“Señor Jehová, perdona ahora; ¿quién levantará a
Jacob? porque es pequeño”). Y Dios dijo: “No será esto” (Am.
7:1–5). Pero luego, en la tercera visión, en la que aparece una plomada de
albañil, Dios se muestra como que mide al pueblo con ella y, encontrándolo
falto, dice: “No lo toleraré más” (Am. 7:8). Se intercala una
narración en la cual el sacerdote •Amasías, del santuario idólatra de Bet-el,
acusa a A. de conspirar contra el rey y trata de
ahuyentarle hacia Judá (“Come allá tu pan, y profetiza allá” [Am.
7:12]). El hombre de Dios se niega y reafirma su vocación profética anunciando
juicio contra Amasías (Am. 7:10–17). Luego se describe la visión de un
canastillo de “fruta de verano” (kayits), mediante la
cual, usando un juego de palabras, se confirma el mensaje de la plomada, pues
había “venido el fin” (ha-kets) “sobre mi pueblo Israel” (Am.
8:1–3).
f)
El oráculo ruge contra los que maltratan a los pobres (“Explotáis a los
menesterosos, y arruináis a los pobres de la tierra” [Am. 8:4]). Se
describen muy gráficamente las injusticias sociales que se cometían: la
corrupción administrativa, los negocios fraudulentos, los engaños en el
comercio, pues había los que decían: “¿Cuándo ... achicaremos la
medida, y subiremos el precio, y falsearemos con engaño la balanza, para
comprar los pobres por dinero, y los necesitados por un par de zapatos...?” (Am.
8:5–7). Esto produce indignación, y el juicio será tal que vendrá un día en que
buscarán la “palabra de Jehová, y no la hallarán” (Am.
8:8–14).
g)
Pero se incluye una visión final de la gloria de Dios. “El Señor ...
estaba sobre el altar”. Nadie puede esconderse de él ni ponerse fuera
del alcance de su mano. Se confirma que habrá juicio. La casa de Israel
sería “zarandeada entre todas las naciones”. Pero luego Dios
levantaría “el tabernáculo de David”, haría una restauración
de Israel, que pasaría a poseer “todas las naciones”. En esa
época la abundancia será tal “que el que ara alcanzará al segador, y el
pisador de las uvas al que lleve la simiente; y los montes destilarán mosto, y
todos los collados se derretirán...” Terminaría el cautiverio de Israel
y viviría en paz (“Pues los plantaré sobre su tierra, y nunca más serán
arrancados de su tierra que yo les di, ha dicho Jehová” [Am 9:1–15]).
[1]Lockward, A.
(2003). Nuevo diccionario de la Biblia. (página 61). Miami:
Editorial Unilit.
Estructura del
Libro de Amós
Introducción ( 1.1–2 )
Se informa quién fue Amós, cuándo
predicó y cuál fue el origen de su autoridad.
Juicio contra ocho naciones (
1.3–2.16 )
Amós inicia su mensaje señalando
los pecados de las naciones vecinas de Israel (reino del norte) en un
esquema envolvente que a uno le causa el efecto de sentirse inmerso en un
mar de injusticia, crueldad y opresión. Esta sección se inicia con el oráculo
contra Damasco ( 1.3–5 ); y continúa uno a uno con Gaza ( 1.6–8 ); Tiro ( 1.9 ,
10 ); Edom ( 1.11 , 12 ); Amón ( 1.13–15 ), Moab ( 2.1–3 ) y Judá ( 2.4 , 5 ),
hasta llegar a Israel ( 2.6–16 ), quien, por haber sido receptora de los
favores de Dios, merece mayor castigo.
Cinco mensajes ( 3.1–6.14 )
Los tres primeros versículos se
presentan con la frase: «Escuchad esta palabra». En el primero ( 3.1–15
), Amós declara a todo Israel que su mensaje proviene de haber escuchado la
palabra de Jehová, y proclama la destrucción de Samaria ( 3.9–15 ). En el segundo
( 4.1–13 ), advierte a los ricos que serán castigados por oprimir a los pobres.
Aunque este castigo ya había
comenzado en pequeña escala, ellos no se habían vuelto a Jehová.
El tercero ( 5.1–17 ) es un
llamamiento a buscar al Señor antes que Él pase en medio de ellos. En el cuarto
( 5.18–27 ), Amos pronuncia un « ¡ay! » sobre los religiosos cuyas ceremonias
llegaron a ser abominación al Señor. En el quinto ( 6.1–14 ) pronuncia otro «
¡ay! » Esta vez sobre los ricos que en su afluencia olvidan la aflicción de los
oprimidos.
Cinco visiones ( 7.1–9.10 )
En las dos primeras visiones, la
plaga de langostas ( 7.1–3 ) y el fuego consumidor ( 7.4–6 ), Amós ve dos
calamidades que sirven de juicio, pero que se detienen debido a su intercesión.
En la tercera ( 7.7–9 ), ve una plomada de albañil que indica que la condición
de Israel es irreparable. Lo ilustra con una sección intercalada: el incidente
entre Amós y Amasías ( 7.10–17 ). En la cuarta visión ( 8.1–3 ) ve un
canastillo de fruta de verano, señal de que ya ha madurado el pecado de Israel
y se aproxima el juicio. Otra sección intercalada contra los defraudadores y
explotadores ilustra esta madurez, que es también causa del castigo de Dios (
8.4–14 ). En la quinta visión ( 9.1–10 ) Amós ve al Señor sobre un altar
diciéndole que destruya el santuario, señal de que el juicio es inminente e
ineludible.
Conclusión ( 9.11–15 )
Amós concluye prometiendo la
futura restauración de Israel donde el reino de David se restablecerá, las
ciudades se reedificaran y habrá abundancia.
Arqueología de Amós
AUTOR,
LUGAR Y FECHA DE ESCRITURA
El profeta Amós, el autor del
libro (1:1), se describe a sí mismo como un pastor y
agricultor,específicamente, una persona que cuidaba ovejas y cultivaba higueras
(7:14) aunque sus notables habilidades verbales y su conocimiento muy amplio
niegan la sugerencia de que era simplemente un campesino ignorante.
Su negativa de que era un profeta
no significaba que careciera de un llamado profético, sino que indicaba que no
era un profeta profesional que se ganaba la vida repartiéndoles a los reyes
oráculos que querían escuchar (7:14-15). El hogar de Amós, Tecoa, estaba
localizado en las tierras altas de Judá, a unos 7 km del sur de Jerusalén,
aunque su mensaje fue dirigido principalmente al reino del norte de Israel.
Algunos estudiosos creen que partes de Amós son secundarias (no escritas por
Amós), pero esa conclusión es innecesaria (véase «La unidad de Amós» en la p.
1498).
Este libro ofrece indicadores que
han ayudado a los estudiosos a datar su mensaje: Amós menciona los nombres de
los reyes durante cuyos reinados él predicó (Jeroboam II de Israel y Uzías de
Judá), lo que sugiere una fecha de aproximadamente 760 a.C., así como también
el hecho de que predicó dos años antes de un terremoto (1:1); existe también la
posible sugerencia de que un eclipse ocurriera durante su ministerio (8:9).
La evidencia arqueológica de
Jazor apunta hacia un gran terremoto a mediados del siglo VIII a.C., y hacia un
eclipse que sucedió en 763 (o un poco más antes, en 784).
Amós muy probablemente centró sus
esfuerzos ministeriales alrededor de Betel en el norte (7:10-13), el santuario
religioso principal de Israel, donde los niveles jerárquicos más altos del
reino del norte adoraban.
AUDITORIO
Aunque Amós era de Judá, su
mensaje fue dirigido principalmente al reino del norte, lo que sugiere que los
israelitas estaban concientes de su identidad común como el pueblo de Dios a
pesar de la división política que había separado la nación. Es concebible que
el fuese enviado específicamente a la corte de Jeroboam debido a que su
condición de campesino habría estado en gran contraste con la riqueza y el
profesionalismo de Samaria (véase especialmente cap. 7).
HECHOS
CULTURALES Y RELEVANTES
Amós ministró durante un periodo
en el que los imperios dominantes de la época (Egipto, Babilonia y
particularmente Asia) eran relativamente débiles y tanto Israel como Judá
estaban disfrutando de un periodo de prosperidad y expansión imperial. Amós
denunció la riqueza y la arrogancia de su época, simbolizadas por lo que él
llamó <las casas adornadas de marfil» (3:15). Sin embargo, esta prosperidad
era engañosa: en tan poco tiempo como un cuarto del siglo, Samaria, la capital
de Israel, yacería en ruinas.
AL
LEER
Preste particular atención al
fuerte énfasis social de este libro. ¿En qué formas específicas son estos temas
sociales relevantes para cualquier sociedad durante un periodo de prosperidad y
comodidad?
¿SABÍA
USTED QUE?
● «Fortalezas»
puede referirse no solo a las ciudadelas, sino también a las moradas palaciegas
parecidas a fortalezas, en las cuales habitaban los ricos y poderosos (1:4).
● En
los tiempos antiguos, muchas personas creían que quemar los huesos de un
difunto impedía que el espíritu de la persona descansara, lo cual se creía
ampliamente que resultaba de un entierro decente (2:1).
● Debido
a que Israel extendió su influencia sobre Damasco para esta época, los ricos
mercaderes de Samaria pueden haber mantenido lujosas casas en Damasco, junto
con privilegios en el mercado en esa ciudad (3:12).
● El
ganado bien alimentado en Basán era considerado la mejor especie en el antiguo
Canaán (4:1).
● La
referencia a quemar cadáveres puede en realidad referirse a encender un fuego
memorial en honor al muerto, ya que la cremación no era generalmente practicada
(6:10).
TEMAS
Los temas de Amós incluyen:
1. La justicia social. Amós
demostró que los períodos de prosperidad inusual pueden llevar a una
complacencia espiritual y a una flojedad ética (6:1-6). La opresión al pobre
(2:6-7a; 5:12; 8:4,6), la injusticia en las cortes (2:7a; 5:7; 12; 6:12), la
inmoralidad sexual (2:7b), los abusos religiosos (2:8), la violencia (3:10), la
idolatría (5:26), las prácticas corruptas en los negocios (8:5), todas cuentan
la historia: «Porque estos tiempos son malos» (5:13). Amós enseña que la
verdadera fe se expresa a través de las acciones, particularmente aquellas que
tienen que ver con la justicia social.
2. El juicio. La
injusticia y la explotación a los pobres serían castigadas (2:13-16; 6:8,14:
8:9-9:10), y aquellos que vivían opulenta-mente a expensas de los demás
perderían todo lo que tenían (3:15-4:3; 5:16-17; 6:4-7). Dios expondría la
hipocresía y la falsa piedad de su pueblo (4:4-5; 5:21-23), pero primero los
llamaría a volverse a él (5:4-6) y a «vivir» (5:6). Después del juicio Dios
restauraría a su pueblo (9:11-15).
TEXTOS
Y ARTEFACTOS ANTIGUOS
Amós 3. “Los marfiles de Samaria”
La referencia a «las casas
adornadas de marfil» en Amós 3:15 encuentra confirmación en el descubrimiento
de los marfiles de Samaria, una colección de cientos de piezas de arte,
incluyendo unos 200 fragmentos descubiertos en un cúmulo de desperdicios de una
construcción en el acrópolis' de la ciudad. Esta «edificación en marfil» se
asocia con el rey israelita Acab (aprox. 874-853 a.C.); de quien se dice
construyó e incrustó un palacio con marfil en Samaria (1 R 22:39).2 Una vasija
de alabastro encontrada con la pieza más grande de los marfiles y esculpida con
el nombre del faraón egipcio Osorkón II (874-850 a.C.) es contemporánea de
Acab. Asimismo, existen otros marfiles descubiertos a lo largo de Siria-Palestina
y Mesopotamia que datan del mismo periodo general y se asemejan a los
artefactos samaritanos en el arte y el estilo.'
Las características artísticas de
estos marfiles parecen haber tenido su origen en Fenicia, una zona fuertemente
influenciada por los temas y el arte egipcios. Los personajes de la mitología
egipcia a menudo aparecen en la colección, la cual también incluye placas
de marfil labradas con letras hebreas, las cuales muy probablemente eran
incrustaciones para el mobiliario del palacio. Estas placas pueden :
relacionarse con las «camas incrustadas de marfil» de las cuales Amós hace
referencia en 6:4.
TEXTOS
Y ARTEFACTOS ANTIGUOS
Amós
6. “Los marfiles de Nimrod”
Amós 6:4 habla de «camas
incrustadas de marfil» y da testimonio de la accesibilidad del marfil en
Israel, así del alto valor que se le daba a este artículo. De hecho, en todo el
antiguo Cercano Oriente el marfil de los elefantes se atesoraba como un material
para crear obras artísticas. Se descubrió una gran colección de marfiles
tallados en el área del Palacio de Nimrod, una ciudad asiria' en el banco
oriental del Tigris. Estas entalladuras de marfil eran piezas maestras
artísticas en forma de figuras humanas, de animales (tanto reales co-mo
mitológicos), de plantas y de abstracciones. Muchas de estas piezas talladas
estuvieron originalmente cubiertas de oro. Por otro lado, muchos de los objetos
se usaban para propósitos prácticos. Por ejemplo, una pieza ae marfil era el
mango de un matamoscas o de un abanico, y otra se usaba como anteojeras para
los caballos.
En 1961 se desenterraron
fragmentos de una placa de marfil en Nimrod. Sorprendente-mente, a la luz de
cuan lejos se encuentra este sitio de Israel, esta placa tenía una inscripción
en hebreo.
Debido a la condición agrietada
del hallazgo, es imposible realizar una traducción completa y certera. Sin
embargo, parece que la pla-ca contiene las frases: «el gran rey» (evidentemente
refiriéndose al rey de Asiria; 2R 18:19) y «Yahveh destruya». La placa data de
aproximadamente el año 750 a.C. y era parte de un tributo dado a los asirios o
el ejército asirio lo tomó como un botín después de que los asirios destruyeron
Samaria en 722 a.C.
NOTAS
CULTURALES E HISTÓRICAS
Amós 7. “Los profetas en la Biblia y las naciones paganas”
La profecía era una
característica común en el mundo del Antiguo Testamento. A los hombres y a las
mujeres a quien Dios llamaba a hablar en su nombre se les conocía con una
variedad de términos hebreos que podían traducirse de varias maneras, por
ejemplo: «profeta (profetiza)», «vidente», «visionario» y «hombre de Dios».
Debido a que no existe una
diferencia substancial entre estos términos, la Septuaginta a menudo traduce
los términos «profeta», «vidente» y «visionario» con la única palabra griega
para «profeta». Los primeros profetas en Israel parecen haber estado unidos a
un grupo profético (p.ej. «la comunidad de los profetas» que siguieron a
Eliseo; 2R 2:3) mientras que los profetas posteriores parecen haber sido más
independientes. La confirmación arqueológica de la actividad profética en
Israel se ve en el ostracon de Laquis, el cual habla acerca de cierta persona
llamada el «profeta».'
Sin embargo, la profecía no era
un fenómeno exclusivo de Israel, ya que la misma Biblia lo atestigua (cf.
«profetas de Baal» y «profetas de Aserá» en 18 18:19). Los textos antiguos
ofrecen numerosos ejemplos de profetas paganos: • El archivo de la ciudad de
Mari en el Éufra-tes medio,' que data de mediados del siglo XVIII a.C., habla
acerca de un número de hombres y mujeres que se dirigieron al rey en nombre de
los dioses. Al igual que los términos bíblicos para designar a los profetas, a
estos indi-viduos se les daba múltiples nombres en Mari, incluyendo en una
ocasión el término naba, el equivalente acadio del navi hebreo («profeta»).
Aunque algunos de los profetas de Mari estaban relacionados con sitios
religiosos como sacerdotes o siervos de un templo, parece que muchos eran
personas comunes y corrientes con diferentes estilos de vida. El comportamiento
estático, visto entre los profetas bíblicos en la época de Samuel (1S 19:24) y
posteriormente en Ezequiel (Ez 4:4), también era evidente en Mari.
● La
Oración hitita de Mursilis,3 en el año XIV a.C. atestigua acerca de un vidente
extático llamado «hombre de Dios».
● La
historia egipcia de Wen Amon del siglo XI a.C. habla de un paje en la corte del
rey de Bi-Nos' quien fue aparentemente poseído por un dios durante un ritual
ofertorio, como lo evidenció su comportamiento extático.
● Una
inscripción del siglo VIII a.C. del estado sirio de Harnath narra la historia
de un hombre llamado Zakir que oraba a Baal por su ciudad sitiada, y que
subsecuentemente recibió la seguridad de la ayuda divina a través de videntes y
otras personas inspiradas.
● Los
textos en yeso de finales del siglo VIII a.C. de Deir-Allah hablan acerca de un
cierto Balaam, de quien se dice que era «un vidente de los dioses», y quien,
posteriormente en la historia, tiene una visión del dios El.s Como vocero de
Dios en 7:14, Amós evitó cualquier título profético, quizás debido a las
asociaciones indeseables con el término en esa época.
Como se ve en muchas otras partes
de las Escrituras, las palabras de Amós intensifican la realidad de que Dios
usa cada día a las personas para llevar a cabo su voluntad.
NOTAS
CULTURALES E HISTÓRICAS
Amós 8. “Pesas y medidas”
Las pesas en el mundo antiguo
estaban hechas de metal o de piedras semipreciosas, y a menudo estaban
esculpidas en for-ma de pato, de león o de tortuga. Tenían una base plana y
estaban inscritas con su peso estándar. La ley demandaba la estandarización de las
pesas y las medidas (Lv 19:35-36), sin embargo, de las pesas que se han
encontrado, muy pocas de la misma denominación son idén-ticas. Es importante
observar que las pesas antiguas nunca fueron capaces de alcanzarla precisión de
los estándares modernos, en parte debido al método de producción, así como a
los estándares que variaban en épocas diferentes y en distintas regiones.
De este modo, deben haberse
considerado como estimaciones comúnmente aceptadas. Aquellos que
deliberadamente usaban pesas y balanzas deshonestas caían bajo las críticas de
los profetas por defraudar a Dios y a las demás personas (Am 8:5-6; Mi 6:11;
Mal 3:8-10).
El talento, el mayor peso
estándar usado para el oro, la plata, el hierro y el bronce (1R 10:14; 2R
23:33), pesaba aproximadamente 34 kg.' La mina, 0.17 de un talento, muy
probablemente fue incorporada como una medida postexílica' y tuvo la mala fama
de haber sido usada en el juicio de Belsasar, quien fue «pesado» por Dios y
encontrado insuficiente (Dn 5:27). El siclo, derivado del verbo «pesar», era la
unidad de peso principal del antiguo Israel, sin embargo su valoración
despliega cierto grado de variabilidad. El siclo común era de unos 11.6 gramos,
el siclo real de unos 13 gramos (2S 14:26) y el siclo del santuario de aproximadamente
9.9 gramos (Lv 5:15). Las subdivisiones del siclo incluyen el medio siclo
(beka), cuyo valor era la mitad del sido del santuario (Éx 38:26), y el gerá,
valorado en .05 del sido del santuario (Ex 30:13).
Debido a que la altura y la
distancia se medían en las culturas antiguos colocando el ante-brazo o la mano
por encima del objeto, a las medidas de longitud se les dio el nombre de las
partes del brazo que su usaban para medir. El codo, o «antebrazo», era la
distancia desde el codo hasta la punta del dedo del medio y se usaba para la
altura, profundidad y distancia (Jos 3:4; 15 17:4; Zac 5:2). Aunque los
registros bíblicos varían los estándares con relación al codo, en el sistema de
medidas hebreo el «codo común» era de unos 44.5 cm. Otras medidas en tamaño
decreciente eran: El palmo (Éx 39:9), considerado como la anchura de una mano
abierta desde el dedo pulgar hasta el dedo meñique y que equivalía a la mitad
de un codo; el palmo menor (1 7:26), el ancho de la base de la mano; y el ancho
del dedo (Jer 52:21).
Las medidas de capacidad a lo
largo del antiguo Cercano Oriente tenían nombres comunes y eran esencialmente
similares. El gomer la «carga de un burro», equivalía a un coro, y ambos se
igualaban a un promedio de 150 1, y se usaban para cereales como el trigo y la
cebada.' El efa, cuya medida era .10 de un gomer, era una vasija lo
suficientemente grande como para que cupiera una persona (Zac 5:6-8).
Un omer, que significa «tazón
pequeño», equivalía a .10 de un efa y se identificaba como la ración de pan
diaria (Ex 16:32,36). El bato' y el hin' eran dos importantes me-didas de
líquidos usadas para el agua, el vino o el aceite. El bato era el equivalente
líquido de un efa (2Cr 2:10; Is 5:10), mientras que el hin, nombrado así por
una medida de liquidos, era igual a .1666 de un bato (6 I).
LA
VERACIDAD DE LA BIBLIA
Amós 9. “La unidad de Amós”
Algunos estudiosos han
argumentado que la última parte del libro de Amós es estilísticamente inferior
al resto del libro y que el mismo es en realidad una colección poco sistemática
de escritos de varios autores que fue recopilada muchos años des-pués de la
época del profeta Amós (Amós vivió durante el siglo VIII a.C.). En particular,
muchos eruditos creen que Amós no escribió 9:11-15. No obstante, esta perspectiva
niega la unidad inherente que permea el libro. Los elementos lingüísticos y
estructurales de Amós crean una obra literaria sólida y consistente. Algunos
indicadores de la integración del libro son los siguientes:
● La
estructura precisa permite que la obra pueda dividirse en secciones lógicas,
como se bosqueja a continuación (véase también el breve bosquejo en la
introducción): Amós 1-2 describe el juicio sobre ocho naciones con el patrón:
«Los delitos de Damasco han llegado a su colmo». 3:1-15 tiene una introducción
y tres partes; cada una empieza con la metáfora del león (vv. 4,8,12). 4:1-13
describe el déficit en Israel: las mujeres carecían de compasión, los altares
carecían de santidad y la tierra carecía de lluvias y cosechas. 8:7-9:15 mantienen
la cohesión por paralelismos que no solo muestran esto como un texto coherente,
sino que implican que 9:11-15 corresponde al texto precedente. 8:7-8: Yahveh
jura que no olvidará los pecados de Israel (v. 7); la tierra (se levantará)
subirá como el Nilo (v. 8).
8:9-14: «En aquel día» (v. 9)
habrá tinieblas y hambre en Israel (vv. 10-14). 9:1-10: Yahveh se encuentra de
pie junto al altar y hace una declaración solemne de perseguir a los israelitas
dondequiera que huyeran (vv. 1-4; esto es similar al juramento de Dios en 8:7)
y dice que Samaria se levantará como el Nilo (vv. 5-10; esto se asemeja al v.
8:8). «En aquel día» (v. 11; esto se asemeja a 8:9) habrá liberación para
Israel y abundantes cosechas (9:13; esto es similar a la hambruna en 8:11).
● El
libro emplea la inclusión, un recurso literario por medio del cual las primeras
y las últimas secciones (en este caso los capítulos 1 y 9) comparten varias
conexiones literarias. Por ejemplo: Amós 1:2 se refiere al Carmelo, el cual no
se menciona hasta el 9:3. Judá, «la choza caída de David» (v. 11) sería
restaurada y reconstruida. Esto se asemeja a la mención de Sion (Jerusalén) en
1:2. Otros paralelos en el vocabulario, la técnica literaria y el tema entre el
capítulo 9 y el resto del libro demuestran que el texto de Amós está
verdaderamente unificado lingüística y artísticamente de principio a fin.
Contenidos
|
Sobrescrito (1:1)
|
|||
Introducción al mensaje de Amós (1:2)
|
|||
Juicio sobre las naciones
(1:3-2:16)
|
Juicio contra Aram (1:3-5)
|
||
Juicio contra Filistea (1:6-8)
|
|||
Juicio contra Fenicia (1:9-10)
|
|||
Juicio contra Edom (1:11-12)
|
|||
Juicio contra Amón (1:13-15)
|
|||
Juicio contra Moab (2:1-3)
|
|||
Juicio contra Judá (2:4-5)
|
|||
Juicio contra Israel
(2:6-16)
|
Opresión inmisericorde del pobre (2:6-7a)
|
||
Profanación desenfrenada de la religión
(2:7b-8)
|
|||
Posición opuesta de los israelitas (2:9-12)
|
|||
El sistemas opresivo perecerá (2:13-16)
|
|||
Oráculos contra
Israel (3:1-5:7)
|
Juicio contra el pueblo escogido (cap. 3)
|
Se anuncia el castigo de Dios (3:1-2)
|
|
Se vindica el anuncio (3:3-8)
|
|||
El castigo se vindica (3:9-15)
|
|||
Juicio contra el pueblo que no se arrepiente
(cap 4)
|
Juicio contra los mundanos (4:1-3)
|
||
Perversión de la vida religiosa (4:4-5)
|
|||
Las calamidades pasadas no condujeron al
arrepentimiento (4:6-11)
|
|||
No hay esperanza para el pueblo endurecido
(4:12-13)
|
|||
Juicio contra el pueblo injusto (5:1-17)
|
Canto fúnebre (5:1-3)
|
||
Exhortación a vivir (5:4-6)
|
|||
Imputación de las injusticias (5:7-13)
|
|||
Exhortación a vivir (5:14-15)
|
|||
La prosperidad se tornará en lamentos
(5:16-17)
|
|||
Se anuncia el exilio (5:18-6:14)
|
El mensaje de advertencia contra la religión
pervertida de Israel (5:18-27)
|
||
El mensaje de advertencia contra el orgullo
complaciente de Israel (6:1-7)
|
|||
El juramento de juzgar a la nación orgullosa e
injusta (6:8-14)
|
|||
Visiones de la retribución divina
(7:1-9:10)
|
Compasión en el juicio
(7:1-6)
|
Los enjambres de langostas (7:1-3)
|
|
El fuego devorador (7:4-6)
|
|||
El juicio implacable
(7:7-9:10)
|
La cuerda de plomada (7:7-17)
|
La visión (7:7-9)
|
|
Reto y vindicación (7:10-17)
|
|||
La canasta de fruta madura (cap8)
|
La visión (8:1-3)
|
||
La exposición (8:4-14)
|
|||
El Señor de pie junto al altar (9:1-10)
|
La visión (9:1-4)
|
||
La exposición 9:5-10)
|
|||
El fruto bendito de Israel es restaurado
(9:11-15)
|
Reavivamiento de la casa de David ( 9:11-12)
|
||
Restauración de Israel a una tierra prometida
edénica (9:13-15)
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Una de las responsabilidades primordiales de Amós como profeta de Dios era
anunciar el “día de Jehová”, el tiempo del juicio de Dios contra el perverso
Israel. La idolatría, tal vez más que cualquier otro pecado, era la razón para
este castigo inminente. La historia de Israel está contaminada con apostasía, a
medida que los hijos de Dios seguían a los ídolos falsos de sus vecinos
cananeos. En el 5:26, el profeta identifica especialmente a Quiún como el objeto
de la adoración del pueblo. La tabla siguiente enumera algunos de los dioses
paganos que se mencionan en el Antiguo y Nuevo Testamento.
Dios pagano
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Descripción
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Referencia Bíblica
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ANTIGUO TESTAMENTO
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Astarot
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Esposa o contraparte femenina de Baal.
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Jue 2:13
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Bel
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Un dios que se identifica con Merodac (Marduc),
principal dios babilonio.
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Is 46:1
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Quemós
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Dios de los moabitas y amonitas.
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Jer 48:7, 13
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Quiún
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Un dios estrella que de identifica con Saturno.
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Am 5:26
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Dagón
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Principal dios filisteo.
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1S 5:2-7
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Merodac
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Principal dios babilónico relacionado con la guerra.
También se conoce como Marduc.
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Jer 50:2
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Moloc
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Dios amonita relacionado con el sacrificio de niños.
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Lv 18:21
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Nebo
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Dios babilónico de la sabiduría y las artes.
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Is 46:1
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Rimón
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Dios sirio de la lluvia.
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2R 5:18
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Tamuz
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Dios babilónico de la fertilidad.
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Ez 8:14
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NUEVO TESTAMENTO
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Mellizos
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Cástor t Pólux, hijos mellizos de Júpiter, principal
dios griego.
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Hch 28:11
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Júpiter
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Principal dios griego.
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Hch 14:12, 13
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Mercurio
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El dios griego del comercio y la velocidad.
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Hch 14:12, 13
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1. Visión de langostas
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(7:1-3)
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2. Visión de fuego
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(7:4-6)
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3. Visión de la plomada
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(7:7-9)
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4. Visión de la fruta de verano
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(8:1-14)
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5. Visión del Señor
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(9:1-10)
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1.
Isaías 27; 42-44; 65; 66
2. Jeremías 30-33 3. Ezequiel 36; 37; 40-48 4. Daniel 9:20-27; 12:1-3 5. Oseas 2:14-23; 14:4-7 6. Joel 3:18-21 7. Amos 9:11-15 8 . Abdías 17, 21 9. Miqueas 7:14-21 10. Sofonías 3:14-20 11. Hageo 2:20-23 12. Zacarías 13-14 13. Mal 4:1-3 |
Fue profeta de
Israel (el reino del norte) desde 760-750 a.C.
Ambiente de la época
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Israel disfruta
prosperidad económica y paz. Esto provocó que la sociedad se volviera egoísta
y materialista. Los adinerados no tenían en cuenta las necesidades de los
menos afortunados. El pueblo se centraba en sí mismo y sentía indiferencia
hacia Dios.
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Mensaje principal
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Amós habló en contra
de los que explotaban u olvidaban a los necesitados.
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Importancia del
mensaje
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Creer en Dios es
algo más que un asunto personal. Dios hace un llamado para que todos los
creyentes trabajen en contra de la injusticia de la sociedad y para que
ayudan a los menos afortunados.
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Profetas
contemporáneos
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Jonás (793-753)
Oseas (753-715) |
No
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Referencias
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Figuras de Dicción
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1
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1:1
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609 Histéresis
1:1.
Aquí se menciona un terremoto del que no tenemos más datos. Es posible que se
trate del terremoto mencionado en Zac. 14:5. Se nos dice que Amós profetizó
“en los días de Uzías… y de Jeroboam”, y se añade: “dos años antes del
terremoto”. Ahora bien, en Zacarías no se hace mención de Jeroboam, con lo
que cabe la posibilidad de que hubiese muerto cuando ocurrió el terremoto.
Cómo es que Amós vino a ser “uno de los pastores de Técoa”, o por que
emigraron estos hombres, no se nos dice; pero si admitimos que el misterioso
“lo” (masculino en las ocho acasiones) que Yahweh dice “no revocaré”, se
refiere al terremoto, evitaremos una elipsis muy difícil y es probable que
hayamos dado con la interpretación correcta de este lugar.
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2
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1:7
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568 Sinécdoque de
la parte
1:7.
“Prenderé fuego a los muros de Gaza”; es decir, a toda la ciudad, como lo
aclara el resto del versículo. Lo mismo, en versículo 10:14 (comp. con v.
10); 2:2, 5, etc.
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3
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2:1
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610 Histéresis
2:1.
Aquí se dice que Moab “quemó los huesos del rey de Edom hasta calcinarlos”,
un hecho del que no se hace mención en ningún otro lugar. Mesá, rey de Moab,
era evidentemente muy cruel, y llevado de la superstición, ofreció a su
propio hijo sobre el muero y cambió así el curso de la batalla. V. ulterior
información acerca de esto en la historia de La Piedra de Moab.
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4
|
3:2
|
469 Metonimia de
la causa
3:2.
“A vosotros solamente he conocido (escogido, amado y cuidado) de todas as
familias de la tierra.” (Dt 4:20).
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5
|
3:8
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333 Epexégesis
3:8.
Primeramente tenemos lo del “rugido del león”; después, la interpretación:
“Si habla Adonay Yahweh, ¿quién no profetizará?”
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6
|
3:11
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44 Elipsis
3:11.
“Por tanto, así dijo el Señor Yahweh: Un enemigo vendrá y
rodeará la tierra…” La elipsis se suple con el verbo subrayado mejor que con
habrá.
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7
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3:12
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88 Elipsis
3:12.
“Como libra el pastor de la oca del león ambas patas, o la punta de una
oreja, así serán librados los hijos de Israel, los que se sientan en la
esquina de una litera, y en Damasco, en la esquina de un
diván.” Sólo supliendo la elipsis de la última frase, adquiere sentido este
pasaje.
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8
9
10
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4:4
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572 Sinécdoque de la parte
4:4.
“… y traed… vuestros diezmos al tercer día”, esto es, al tercer año (Dt
14:28).
676 Ironía
4:4,
5. “Id a Betel a prevaricar; aumentad en Gilgal vuestras rebeldías, etc.” Que
todo esto es una ironía sarcástica se ve por la conclusión del v. 12. Los
pasajes de referencia son Dt 14:28 y Lv 7:13.
798 Epítrope
4:4,
5. Aquí. Véase ironía
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11
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4:6-8
|
288 Amebeon
4:6,
8, 9, 10, 11. Cinco veces se repite aquí el estribillo: “mas no os volvisteis
a mí, Dice Yahewh”.
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12
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5:8
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335 Pleonasmo
5:8.
“… y las derrama sobre la faz de la tierra”.
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13
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5:11
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523 Metonimia del adjunto
5:11.
“… plantasteis viñas de deseo”; es decir, viñas hermosas, deseables, cuales
las deseabais.
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14
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5:15
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568 Sinécdoque de la parte
5:15;
6:6. “José” representa aquí a las diez tribus del norte (Ap 7:8, donde
representa a Efraín).
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15
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5:20
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346 Pleonasmo
5:20.
“¿No será el día de Yahweh tinieblas, y no luz; oscuridad en la que no hay
resplandor?” (v. también en erótesis y metonimia).
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16
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5:25
|
610 Histéresis
5:25,
26. Aquí nos enteramos de los nombres de ciertos ídolos a los que los hijos
de Israel tributaron adoración en el desierto. V. también Ez 20:6, 7, 18, 22.
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17
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6:2
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608 Histerología
6:2.
El orden de las ciudades no es aquí geográfico, sino lógico.
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18
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6:8
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596 Ampliación
6:8.
“… Abomino el orgullo de Jacob”; es decir, el culto del santuario, que otrora
fue “el orgullo de Jacob”, pero ahora no merecía ese nombre.
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19
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6:12
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98 Elipsis
6:12.
“¿Correrán los caballos por las peñas? ¿Arará un labrador en las peñas con
bueyes?”
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20
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7:17
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463 Metonimia de la causa
7:17.
“… y tu tierra será repartida por línea (lit.; esto es, distribuida entre
muchos), y tu morirás en tierra inmunda”.
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21
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8:1-2
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274 Paronomasia
8:1-2.
“Esto me ha mostrado el Señor Yahveh: He aquí un canastillo de fruta madura
(lit. de verano – h. qayits, del verbo quts =
recoger fruta madura). Y dijo: ¿Qué ves, Amós? Y respondí: Un canastillo de
fruta madura (qayits). Y me dijo Yahveh: (Esta maduro) el fin
(h. haqets) sobre mi pueblo Israel; no lo toleraré y más.”
La figura pone de relieve que Israel está listo para ser cortado del árbol
(Ro 11:11-24), a causa de su endurecimiento.
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22
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8:3
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511 Metonimia del adjunto
8:3.
Dice textualmente: “Y los cantos (es decir, los cantores) del templo aullarán
en aquel día.”
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23
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8:5
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514 Metonimia del adjunto
8:5.
“Diciendo: ¿Cuándo pasará el mes, y vendremos el grano; y la semana, y
abriremos el trigo…?”; es decir, los graneros del trigo.
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24
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8:7
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732 Antropopatía
8:7.
“…No me olvidaré jamás de todas sus obras”; esto es, de cierto me acordaré de
ellas y los castigaré por ellas.
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25
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9:2-3
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363 Catábasis
9:2-3.
“Aunque traten de forzar la entrada del Seol, de allá los sacará mi mano; y
aunque suban hasta el cielo, de allá los haré descender. Si se esconde en la
cumbre del Carmel, allí los buscaré y los agarraré; y aunque se escondan de
delante de mí en lo profundo del mar, allí mandaré a la serpiente y los
morderá.”
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26
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9:9
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736 Antropopatía
9:9.
Raer, Borrar.
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Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de ....., y por
el cuarto - prenderé - quitaré - mataré - oíd esta palabra - Dios - Así me ha
mostrado Jehová el Señor. (RV1960)
Contenidos
Amós 1:3: Así ha DICHO
JEHOVÁ: Por tres pecados de Damasco, y por el cuarto, no revocaré
su castigo; porque trillaron a
Galaad con trillos de hierro.
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Amós 1:6: Así ha DICHO
JEHOVÁ: Por tres pecados de Gaza, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque llevó cautivo a
todo un pueblo para entregarlo a Edom.
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Amós 1:9: Así ha DICHO JEHOVÁ:
Por tres pecados de Tiro, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque
entregaron a todo un pueblo cautivo a Edom, y no se acordaron del pacto de
hermanos.
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Amós 1:11: Así ha DICHO JEHOVÁ:
Por tres pecados de Edom, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque
persiguió a espada a su hermano, y violó todo afecto natural; y en su furor
le ha robado siempre, y perpetuamente ha guardado el rencor.
|
Amós 1:13: Así ha DICHO JEHOVÁ:
Por tres pecados de los hijos de Amón, y por el cuarto, no revocaré su
castigo;
porque para ensanchar sus tierras abrieron a las mujeres de Galaad que
estaban encintas.
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Amós 2:1: Así ha DICHO JEHOVÁ:
Por tres pecados de Moab, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque
quemó los huesos del rey de Edom hasta calcinarlos.
|
Amós 2:4: Así ha DICHO JEHOVÁ:
Por tres pecados de Judá, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque
menospreciaron la ley de Jehová, y no guardaron sus ordenanzas, y les
hicieron errar sus mentiras, en pos de las cuales anduvieron sus padres
|
Amós 2:6: Así ha DICHO JEHOVÁ:
Por tres pecados de Israel, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque
vendieron por dinero al justo, y al pobre por un par de zapatos.
|
Amós
2:2: PRENDERÉ fuego en
Moab, y consumirá los palacios de Queriot; y morirá Moab con tumulto, con
estrépito y sonido de trompeta.
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Amós 9:1: Vi al Señor que estaba sobre el altar, y dijo:
Derriba el capitel, y estremézcanse las puertas, y hazlos pedazos sobre la
cabeza de todos; y al postrero de ellos MATARÉ a
espada; no habrá de ellos quien huya, ni quien escape.
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Amós
3:1: OÍD ESTA PALABRA que
ha hablado Jehová contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia
que hice subir de la tierra de Egipto. Dice así:
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Amós 4:1: OÍD ESTA
PALABRA, vacas de Basán, que estáis
en el monte de Samaria, que oprimís a los pobres y quebrantáis a los
menesterosos, que decís a vuestros señores: Traed, y beberemos.
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Amós 2:8: Sobre las ropas empeñadas se acuestan junto a
cualquier altar; y el vino de los multados beben en la casa de sus DIOS es.
|
Amós 4:11: Os trastorné como cuando DIOS trastornó
a Sodoma y a Gomorra, y fuisteis como tizón escapado del fuego; mas no os
volvisteis a mí, dice Jehová.
|
Amós 4:12: Por tanto, de esta manera te haré a ti, oh
Israel; y porque te he de hacer esto, prepárate para venir al encuentro de
tu DIOS, oh Israel.
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Amós 4:13: Porque he aquí, el que forma los montes, y
crea el viento, y anuncia al hombre su pensamiento; el que hace de las
tinieblas mañana, y pasa sobre las alturas de la tierra; Jehová DIOS de los
ejércitos es su nombre.
|
Amós 5:14: Buscad lo bueno, y no lo malo, para que
viváis; porque así JehováDIOS de los ejércitos estará con vosotros, como
decís.
|
Amós 5:15: Aborreced el mal, y amad el bien, y estableced
la justicia en juicio; quizá Jehová DIOS de los ejércitos tendrá piedad del remanente
de José.
|
Amós 5:16: Por tanto, así ha dicho Jehová, DIOS de los
ejércitos: En todas las plazas habrá llanto, y en todas las calles dirán:
¡Ay! ¡Ay!, y al labrador llamarán a lloro, y a endecha a los que sepan
endechar.
|
Amós 5:26: Antes bien, llevabais el tabernáculo de
vuestro Moloc y Quiún, ídolos vuestros, la estrella de vuestros DIOS es que
os hicisteis.
|
Amós 5:27: Os haré, pues, transportar más allá de
Damasco, ha dicho Jehová, cuyo nombre es DIOS de los
ejércitos.
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Amós 6:8: Jehová el Señor juró por sí mismo,
Jehová DIOS de los ejércitos ha dicho: Abomino la grandeza
de Jacob, y aborrezco sus palacios; y entregaré al enemigo la ciudad y cuanto
hay en ella.
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Amós 6:14: Pues he aquí, oh casa de Israel, dice
Jehová DIOS de los ejércitos, levantaré yo sobre vosotros
a una nación que os oprimirá desde la entrada de Hamat hasta el arroyo del
Arabá.
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Amós 8:14: Los que juran por el pecado de Samaria, y
dicen: Por tu DIOS, oh Dan, y: Por el camino de Beerseba, caerán, y
nunca más se levantarán.
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Amós 9:15: Pues los plantaré sobre su tierra, y nunca más
serán arrancados de su tierra que yo les di, ha dicho Jehová DIOS tuyo.
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Amós 7:1: ASÍ ME HA MOSTRADO
JEHOVÁ EL SEÑOR: He aquí, él criaba langostas cuando comenzaba a crecer el
heno tardío; y he aquí era el heno tardío después de las siegas del
rey.
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Apostasía y Maldad de Israel
Su Destrucción Inevitable
Su Restauración
Gloria Futura del Reino Davídico
Contenidos
Esta profecía parece haber sido hecha en una sola visita a
Betel (7:10-14), unos 30 años de la caída de Israel.
Amós era
profeta de Judá, el reino del sur, con un mensaje para Israel el reino del
norte, en el reino de Uzías rey de Judá (787-735 A.C.) y
de Jeroboam II de Israel (790-749 A.C.). Josefo dice que el
"terremoto" (1:1) sucedió cuando Uzías fue herido de lepra (2
Crónicas 26:16-21). Esto dio origen a la co-regencia de Jotam, cerca del 749
A.C., según lo cual la profecía de Amós se habrá dado cerca del 715 A.C.
El reinado
de Jeroboam había sido de grandes éxitos. El reino se había extendido (2 Reyes
14:23-29). Israel estaba en el apogeo de la prosperidad, pero era descarada en
su idolatría, y apestaba de podredumbre en lo moral; una tierra de blasfemias,
robos, injusticias, opresión, adulterio y asesinatos.
Haría unos
200 años desde que las diez tribus se habían separado del reino de David (933
A.C.) y habían establecido el reino independiente norteño con su culto oficial
del becerro de oro (2 Reyes 12:25-33). Durante parte de este tiempo se había
adoptado además el culto a Baal, y todavía imperaban muchas de las prácticas
abominables de la idolatría cananita. Mientras tanto Dios había enviado a
Elías, a Eliseo, y luego a Jonás; pero sin resultado alguno. Israel, endurecida
en su idolatría y su maldad, se precipitaba velozmente a su ruina final, cuando
Dios envió a Amós y a Oseas en un esfuerzo final para detener a la nación en su
carrera loca hacia la muerte.
Los Contemporáneos de Amós
Es
probable que en su niñez Amós haya conocido a Jonás, y puede haberle oído
contar de su visita a Nínive. Posiblemente, también haya conocido a Eliseo y
haya oído a éste hablar de sus relaciones con Elías. Jonás y Elías
pasaban del escenario cuando Amós debutaba en él. Joel puede también haber sido
su contemporáneo o su antecesor cercano. Quizás la plaga de langostas
a que Amós alude sea la de Joel (4:9). Oseas fue colaborador de Amós, y puede
haber estado en Betel al tiempo de la visita de Amós. Sin duda se conocían
bien, y pueden haber cambiado impresiones a menudo acerca de los mensajes que
Dios les había dado. Oseas era el menor, y continuó su obra después de su
muerte Amós. Luego cuando Amós ya terminaba su ministerio, Isaías y Miqueas
comenzaban los suyos. Ambos pueden haber oído a Amós en su juventud. !Qué
constelación de luces proféticas la que Dios levanto par tratar de evitar, y
para interpretar, la caída de Israel!
Amós comienza con una acusación general
de la región entera de ocho naciones: Siria, Filistea, Fenicia, Amón,
Moab, Judá, e Israel. Luego concentra su atención sobre Israel. Denuncia a cada
una con la misma fórmula, "por tres pecados, y por el cuarto",
especificando las transgresiones particulares de cada una y señalando su
destrucción y su cautiverio. La "cautividad" es una de las palabras
claves del libro (1:5, 15; 5:5, 27; 6:7; 7:9, 17). Dentro de 50 años estas
profecías se cumplieron. Los pocos restos que se les escaparon a los asirios
cayeron luego bajo babilonios y griegos.
Tecoa (1:1), el hogar de Amós, quedaba a
16 km. al sur de Jerusalén ya 8 desde Belén, sobre una altura de 950 m. en los
yermos repastos que dominaban el desierto de Judea, en la misma región en donde
se cree que Juan el Bautista, ocho siglos después, creció hasta la edad
varonil. Amós era lo que llamaríamos ahora una laico, pues no era sacerdote no
profeta de oficio (7:14), sino un ganadero y recogedor de cabrahigos, especie
de higo silvestre de calidad inferior, o crece entre el trigo y la
morera.
El "terremoto" (1:1) debe de
haber sido muy severo, pues fue recordado 200 años después y comparado con el
Dís del Juicio (Zac 14:5). Al suceder dentro de dos años después de las
palabras de Amós, debe de haber sido ominoso para el pueblo.
Samaria, capital del reino del norte, se
hallaba sobre una colina de 100 m. de alto, en un valle de notable belleza, y
tan inexpugnable como hermosa. Pero sus residentes palaciegas se habían
construido a costas de la sangre de los pobres (2:6, 7; 3:10; 5:11; 8:4-7) de
manera tan inmisericorde que escandalizaría aun a los paganos egipcios y
filisteos (9-10). Pero su día de retribución se acercaba (11).
Betel (14) en donde Amós se hallaba
hablando (7:13) era el centro religioso del reino del norte, 20 km. al norte de
Jerusalén. Era uno de los lugares en donde Jeroboam I había erigido un becerro
de oro (2 Reyes 12:25-33), que todavía estaba allí (Oseas 13:2). A este centro
degenerado de idolatría vino Amós con una admonición postrera para el reino
apóstata.
Las damas mimadas de Samaria
(1-3) vivían entregadas al lujo derivado de la opresión de los pobres.
Amós las llama "vacas de Basán" (1), reses engordadas para el
matadero. Dentro de pocos años fueron "llevadas con anzuelos" (2),
pues así, con anzuelos literales en los labios, llevaban los asirios a sus
cautivos.
La religiosidad de Israel (4-5).
Inmisericordes en su crueldad, y sin embargo intensamente religiosos. !Qué
parodia de religión!
Los esfuerzos repetidos de Dios para
salvarles (6-13) habían sido en vano. Había llegado la hora en que la nación
malvada debía comparecer ante su Dios.
Un lamento sobre la caída de Israel
(1-3); una nueva apelación a que vuelvan a Jehová (4-9); y una nueva
denunciación de sus malos caminos (10-27). Los versículos 18-26 parecen indicar
o que profesaban que sus sacrificios al becerro eran ofrenda por intermedio de
éste a Jehová o que estaban dispuestos a sacrificar a Jehová en lugar de al
becerro. Pero lo que Amós buscaba no era sacrificio, sino un cambio en su
manera de vivir.
Una y otra vez Amós contrasta la holgura
voluptuosa, el lujo palaciego y el sentimiento de seguridad de los caudillo y
de los ricos, con los padecimientos insoportables que le esperaban. Serían los
primeros en sentir el aguijón de la esclavitud asiria.
1. La Langosta (1-3) simbolizaba la destrucción de
la tierra. Amós intercedió, y Dios desistió.
2. El fuego (4-6); otro símbolo de destrucción cercana.
Nuevamente Amós intercede, y Dios desistió.
3. La plomada (7-9). La suerte de la ciudad estaba ya
sellada. Dos veces Dios se había aplacado, pero ya no más. Otras veces castigo,
y otras ha perdonado; pero el caso es irremediable.
El Sacerdote de Betel (10-17). No se sabe
cuánto tiempo estuvo Amós en Betel. Pero sus repetidas denuncias y
amonestaciones ya sacudían al país (10). El sacerdote informo de ello a
Jeroboam. Pero la osadía de Amós crecía más y más. Dijo al sacerdote que él
mismo sería cautivo, y su esposa una "fornicaria" (17), una mujer
para el uso común de los invasores asirios.
Otro símbolo de que el reino pecaminoso
estaba ya maduro para la destrucción. Se reiteran las causas; la codicia, el
engaño y la brutalidad inmisericorde hacia los pobres. Una y otra vez, bajo
muchas figuras, la Biblia hace claro que no hay camino posible por donde
escapar las consecuencias inevitables del pecado persistente. Los profetas
claman: "Vuelve, vuelve, vuelve, pecador: ¿por qué morirás? Pero el
pecador sigue adelante, voluntariamente ciego ante su destrucción segura.
Una nueva profecía del cautiverio (1-8).
Dentro de 30 años se cumplió, y el reino apóstata dejó de existir. El trono
restaurado de David, 8-15. Una siempre reiterada visión profética de días
radiantes más allá de las tinieblas. Amós vivía cerca de Belén, ciudad de
David. Tomaba muy a pecho el que las diez tribus hubieran renegado del trono
davídico que Dios había dispuesto para Su pueblo, y durante 200 años se hubieran
negado a volver a aquel redil. Su palabra final: En días venideros el reino de
David, que ellos habían despreciado, recobrará su lugar, y reinará no sobre una
nación solamente, sino sobre un mundo de naciones, en gloria eterna.